Esta conocida esquina se encuentra ubicada en las calles 16 por 47, es una zona limítrofe entre el barrio de Santa Ana, el barrio señorial de Guadalupe y es camino para llegar al bravo, pero siempre tan caudal barrio de San Francisco.
La esquina de "El Rosal" fue nombrada de esta manera porque en ella habitaba una mujer que sembraba rosas en su solar y el olor era tan majestuoso que todos comenzaron a identificarlo por la floración que ahí crecía. Sin embargo, con el paso del tiempo, las rosas y su dueña desaparecieron, solo han permanecido en la memoria colectiva de los campechanos.
Esta esquina siempre ha tenido grandes anécdotas, las cuales están llenas de villanos y malhechores, ya que este lugar se juntaban bandas de jóvenes que se dedicaban a hacer bromas y maldades a los habitantes del barrio, a los despistados que se atrevían a caminar por ahí de noche.
En esta calle se encontraban varias quintas, por lo que además del olor a rosa, cuando soplaban los vientos, se podía distinguir en el verano el olor a mango maduro, todas estas quintas tenían árboles de aguacates, caimitos, zapotes, naranjas, limones, grosellas, siricotes, nance, marañones, cocos, guanábanas, guayas, es decir una gran variedad de frutos de la región.
Actualmente, algunas casas conservan su vegetación, otras con el paso del tiempo se han convertido en casas familiares, lo que una vez fueron quintas llenas de árboles frutales, ahora son domicilios. Sin embargo, quien conoce Guadalupe sabe que esta esquina tiene un lugar en el baúl de los recuerdos de los campechanos.
Bibliografía.
📖 Pino, Castilla Enrique. Las esquinas de Campeche. Ediciones de la UACAM. Colección Moch-Couoh. 1997.
📷 Freddy Uco Ehuán y Jorge Reyes. 1997. Las esquinas de Campeche. Ediciones de la UACAM. Colección Moch-Couoh.de los recuerdos.